Los chicos de tercero leímos el hermoso cuento La ley del bosque iluminado para pensar en el perdón, cuánto nos cuesta pedir perdón y ante qué situaciones se nos hace más difícil perdonar a grandes y chicos. Si tienen ganas pueden leerlo en familia
El bosque iluminado era el mejor bosque en que se podía vivir, donde las fiestas llenaban de luz las noches y todos disfrutaban. En aquel bosque sólo había una ley: "perdonar a todos". Y nunca tuvieron problemas con ella, hasta que un día la abeja picó al conejo por error, y éste sufrió tanto que no quería perdonarla. Pidió al búho que reuniera al consejo y revisaran aquella ley. Todos estuvieron de acuerdo en que no habría problema por relajarla, así que se permitió una única excepción por animal; si alguien se enfadaba de verdad con alguien, no tenía por qué perdonarle si no quería. Y así siguieron hasta la gran fiesta de la primavera, la mejor del año, que resultó un grandísimo fracaso: sólo aparecieron el búho y unos pocos animales más. Entonces el señor búho decidió investigar el asunto, y fue a ver al conejo. Este le dijo que no había ido por si iba la abeja, a la que aún no había perdonado. Luego la abeja dijo que no había ido por si iba la ardilla, a la que no había perdonado por tirar su colmena. La ardilla tampoco fue por si iba el zorro, a quien no había perdonado que robara su comida... y así sucesivamente todos contaron cómo habían dejado de ir por si se presentaba aquel a quien no habían perdonado. El búho entonces convocó la asamblea, y mostró a todos cómo aquella pequeña excepción a la ley había acabado con la felicidad del bosque.
Unánimemente decidieron recuperar su antigua ley, "perdonar a todos", a la que añadieron: "sin excepciones" Autor Pedro Pablo Sacristán
Conversamos acerca del pedido de perdón y la otorgación del mismo para mantener una sana convivencia y dibujamos la parte del cuento que más nos gustó. El dibujo que compartimos es de Ricardo Emanuel
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